"Ha llegado hoy una persona desde la Edad Media y sólo reconoce 2 instituciones: Iglesia y Escuela. Todo lo demás ha cambiado"
Con ello me vengo a referir que la docencia tradicional que ha imperado en España, en la que el docente sólo hablaba y hablaba y los alumnos sólo escuchaban, se sostenía menos por su valor educativo que por apelaciones a la autoridad.
En la actualidad, superada la sociedad industrial y asentados en la sociedad de la información, se han producido una serie de cambios en nuestras relaciones que ha provocado que los antiguos modelos autoritarios en educación hayan caído para siempre.
Efectivamente se han producido mutaciones en la sociedad, en los individuos que la conformamos, pero algunos apuestan por un mundo en el que los docentes seamos sustituidos por libros de texto parlantes, robots o programas informáticos.
Seguramente en este mundo se produzcan mutaciones pero la persona llegada de la Edad Media seguirá sintiéndose a gusto en la institución llamada Escuela que sigue manteniendo las líneas del siglo pasado.
Como docentes debemos ser motores de la transformación de ese arcaico modelo escolar que sigue dominando gran parte de nuestra geografía, hemos de facilitar el tránsito de la cultura sólida a la cultura líquida. Para ello precisamos adquirir capacidades reflexivas y críticas para innovar, valorar y mejorar nuestra propia enseñanza.
Tenemos que facilitar que el ciudadano del S. XXI aprendra creando, sea el protagonista de un aprendizaje activo que le permita tomar las decisiones adecuadas, innovadoras, en situaciones complejas.
Por ello es importante transcender las paredes de las aulas, expandir la educación, más allà de los muros de la institución.
Ya decía Freire que "la educación, en verdad, necesita tanto de formación técnica y científica como de sueños y utopía". Por ello, seguiremos pensando en la escuela como la herramienta más potente de transformación.
Recuerdo ahora este interesante vídeo de Manuel Area sobre ideas clave del ciudadano del Siglo XXI. Quizás nos muestre algunas claves para empezar nuestra mutación, y por ende la de nuestra institución.
Como parece que el cambio en la Escuela no llega, nacen propuestas como el BANCO COMÚN DE CONOCIMIENTO donde aparecen espacios de intercambio y transmisión libre de conocimientos, que potencian el saber como un bien común. Veamos un vídeo explicativo sobre esta experiencia.
En mi centro educativo se podría establecer un sistema de este tipo en la hora del patio, facilitando la participación del alumnado con la propuesta de compartir talleres de actividad física con el resto de compañeros.
Un buen ejemplo es la el proyecto "QUE SE PEGUE" de la profesora de Educación Física Gloria Herrero.
En la próxima entrada os presentaré a mi mutante, os anticipo su nombre, "AQUAWOMAN".
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